¿Qué son las energías renovables?
Las energías renovables son aquellas fuentes de energía que utilizan recursos de la naturaleza abundantes e inagotables.
Estos recursos naturales se pueden encontrar en cualquier rincón del planeta, en mayor o menor medida, disponen de una cantidad de energía ilimitada y tienen la capacidad de regenerarse de manera natural con el tiempo, o de reponerse antes de que se consuman.
Por ello, no suponen un problema de desabastecimiento en el futuro, siempre y cuando su consumo sea responsable, dentro de los márgenes recuperables por sus procesos naturales de regeneración.
Por otro lado, las diferentes tecnologías permiten producir energía renovable en prácticamente todo el planeta y de manera cada vez más eficiente, lo cual supone una mayor versatilidad y accesibilidad.
Asimismo, las energías renovables son menos propensas a fallos a gran escala y, por lo tanto, más favorables durante eventos climáticos severos o emergencias complejas, ya que estas tecnologías se implementan de forma modular y distribuida y se pueden adaptar rápidamente donde sea necesario.
Esto condiciona su precio, puesto que suelen ser mucho más económicas que otro tipo de energías y muchas de ellas cuentan con ayudas, como es el caso de las subvenciones para placas solares.
Además, la entrada de energías renovables en el mix de generación eléctrica reduce el precio de casación en el mercado diario, ya que cuentan con ofertas ajustadas, dados los bajos costes marginales y contribuyen a la descarbonización de la economía.
Por otro lado, debido a su carácter autóctono, la producción de fuentes de energía renovables reduce la dependencia energética frente a otros países, garantizando un suministro de energía propio y disminuyendo los costes de transporte. Esto fortalece el desarrollo económico, tecnológico, de investigación y de innovación y las economías locales, lo cual genera empleo.
Asimismo, las fuentes de energía renovables contribuyen al equilibrio interterritorial y a la cohesión social, ya que las centrales suelen instalarse en zonas rurales. Además, en el caso de España, las energías renovables han permitido desarrollar tecnologías propias que la han convertido en uno de los líderes mundiales en el sector.
A pesar de todas estas ventajas, las instalaciones de generación requieren de una gran inversión inicial y de un gran espacio, el cual puede suponer un impacto visual y alteraciones en el ecosistema. Asimismo, todavía sufren de escasa implantación y dependen de las condiciones meteorológicas y de los recursos de cada zona geográfica.
No obstante, estas desventajas no son nada comparadas con los beneficios a largo plazo que suponen las fuentes de energía renovables, ya que, además de que son rentables a la larga, concretamente en España, no es un país donde abunden los combustibles fósiles como el carbón o el petróleo y sus derivados, pero sí que es muy rico en recursos naturales.
Además, uno de los grandes puntos fuertes de las energías renovables que las hacen tan favorables es que tienen un impacto ambiental muy escaso, ya que además de no emplear recursos finitos, no generan apenas contaminantes. No obstante, no todas las energías renovables son energías limpias o verdes, por lo que es importante no confundir ambos términos.
Aun así, son la opción más sostenible a las provenientes de fuentes fósiles, como el carbón, el petróleo y sus derivados, llamadas comúnmente fuentes de energía no renovables. Por ello, a las energías renovables se les conoce también como energías alternativas.
Las energías renovables se caracterizan por su diversidad, abundancia y potencial de aprovechamiento y suponen un beneficio para el medio ambiente, la economía y las personas.
¿Qué tipos de energías renovables existen?
Existen muchos tipos de energías renovables dependiendo del recurso natural que se utilice para obtenerlas. Las más comunes son:
- Energía solar: se obtiene de la radiación del sol. Se puede distinguir entre energía solar fotovoltaica, energía solar térmica o energía termosolar.
- Energía eólica: se obtiene de la fuerza del viento. Se puede distinguir entre eólica terrestre o eólica marina.
- Energía hidráulica: se obtiene de la potencia del agua de embalses, ríos, presas o lagos.
- Energía marina u oceánica: se obtiene de las mareas, las corrientes, las olas del mar, la salinidad y las diferencias de temperatura de los mares y océanos. Se puede distinguir entre energía mareomotriz, maremotérmica, undimotriz, energía azul, osmótica y de las corrientes marinas.
- Energía geotérmica: se obtiene del calor disponible en las capas internas de la Tierra.
- Bioenergía: se obtiene de la combustión de biomasa, es decir, de residuos orgánicos de origen animal o vegetal. Se puede distinguir entre biogás, biodiésel o bioalcoholes (bioetanol, biometanol y biobutanol)
No hay que confundir la biomasa con los biocombustibles. La biomasa es cualquier material orgánico y se utiliza para producir calor y electricidad, mientras que el biocombustible es un combustible producido a partir de biomasa que se utiliza como combustible para motores.
Además, en los últimos años han surgido también otro tipo de soluciones innovadoras como el hidrógeno verde, la energía nuclear de fusión o la aerotermia.
Estas fuentes de energía pueden producir energía eléctrica, térmica o combustible dependiendo de la central de generación en el que se lleve a cabo el proceso.
A continuación, compartimos una tabla resumen con los recursos naturales, la energía renovable que se obtiene de ellos y su uso final:
Actualmente, las energías renovables están tomando trascendencia dentro de los modelos energéticos de los distintos países y, de hecho, cada vez son más los que producen su propia energía a partir de fuentes naturales.
En España tenemos los medios tecnológicos y los medios naturales para conseguirlo. De hecho, todo indica que la producción y uso de las energías renovables no parará de crecer.
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