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Autoconsumo: Todo lo que necesitas saber

Cuando se habla de autoconsumo nos referimos al autoabastecimiento energético y, aunque existen varios tipos de autoconsumo, los cuales se pueden combinar entre sí, como el solar térmico o híbrido, el minieólico, la aerotermia, la geotermia o el autoconsumo con biomasa, en este artículo nos vamos a centrar en el autoconsumo solar fotovoltaico
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octubre 1, 2024
Autoconsumo: Todo lo que necesitas saber

¿Qué es el autoconsumo solar fotovoltaico?

El autoconsumo solar fotovoltaico hace referencia a la producción de electricidad a partir de la energía solar fotovoltaica. Por lo tanto, consiste en aprovechar los rayos del sol para generar, de manera individual o colectiva, electricidad de origen 100 % renovable.

El autoconsumo permite a cualquier persona o empresa producir y consumir su propia energía.

Con el autoconsumo aparecen las figuras del productor y del consumidor y nace el concepto de prosumer o productor consumidor, una figura que se suma a los agentes del mercado eléctrico. 

 

¿Qué ventajas y desventajas comporta el autoconsumo?

El autoconsumo ofrece ventajas más que evidentes. Algunas de ellas son:

  • Ayudas para autoconsumo. Actualmente, existen una gran cantidad de ayudas, tanto subvenciones autonómicas y fiscales para la propia instalación, como bonificaciones en el pago de tasas y ventajas fiscales.

  • El sistema de autoconsumo fotovoltaico es fácil de instalar. La media es de 2 a 3 días y no supone obras en el inmueble.

  • Aumento del valor de la vivienda. Muchos compradores consideran la eficiencia energética y el ahorro como un factor diferencial en la decisión de compra de un inmueble y eso hace que el valor de estos aumente. De hecho, se estima que un sistema de autoconsumo aumenta un 3-4 % el valor de un inmueble.

  • Ahorro total en tu factura de la luz si se trata de una instalación aislada y, de entre un 50 % y un 70 %, una vez amortizado el precio de la instalación, si se trata de una instalación conectada. Además, si tu instalación es inferior a 100 kW, podrás obtener una compensación en tu factura y, si es superior, podrás vender los excedentes, consiguiendo unos beneficios extra. Además, al no depender al 100 % de la red eléctrica, no te afectarán tanto las fluctuaciones en los precios de la luz y el gas.

  • El mantenimiento es mínimo. Simplemente, es suficiente con limpiar los paneles solares y sustituir las piezas defectuosas. Además, la mayoría de los componentes tienen garantía.

  • Gran rentabilidad. A pesar de que la inversión inicial puede parecer muy elevada, el retorno de esta se amortiza en 5-9 años. Teniendo en cuenta que la vida útil es de unos 25-30 años, vas a poder disfrutar de una ventaja económica durante unos 15 años.

  • Las placas solares son silenciosas, es decir, no producen contaminación acústica.

  • La energía solar fotovoltaica es compatible con otros tipos de energía.

  • Las placas solares son altamente reciclables, ya que están fabricados de vidrio, aluminio o silicio, entre otros materiales.

  • Mayor eficiencia, puesto que se genera la electricidad en el punto de consumo, evitando así las pérdidas ocasionadas por el transporte de energía.

  • Mayor independencia energética con el exterior, ya que es un recurso, en mayor o menor medida, disponible en todo el planeta y con la red eléctrica, ya que, de hecho, la energía solar fotovoltaica es ideal para aquellas zonas rurales, donde puede ser complicado y costoso acceder a la red eléctrica.

  • La energía solar está en auge y, de hecho, en los últimos años se han producido grandes avances tecnológicos que han dado pie a la aparición de la batería virtual, las tejas solares, los suelos radiantes, etc. y al uso de este tipo de energía en diferentes sectores.

  • Reducción de la huella de carbono, puesto que se trata de una energía renovable y limpia que no genera gases de efecto invernadero y, por ello, contribuye a frenar el cambio climático y el calentamiento global y reduce el uso de los combustibles fósiles. Por ello, también contribuye a la descarbonización de la economía y a la transición energética hacia un modelo más sostenible.

  • Dinamización de la economía, generación de riqueza y creación de empleos, ya que se trata de una actividad ética con el entorno. 
    Fuente: Roca, R. (2023, 28 septiembre). Las renovables alcanzan los 13,7 millones de empleos en todo el mundo, casi el doble que hace 10 años. El Periódico de la Energía. https://elperiodicodelaenergia.com/las-renovables-alcanzan-los-137-millones-de-empleos-en-todo-el-mundo-casi-el-doble-que-hace-10-anos/

 

A pesar de todas estas ventajas, el autoconsumo también presenta algunos desafíos.

  • Los sistemas de autoconsumo requieren de una elevada inversión inicial. No obstante, los precios se han abaratado los últimos años, existen diversas formas de financiación, y, tal y como hemos indicado, ayudas y subvenciones que permiten que el coste se reduzca.

  • Depende del clima y de las condiciones atmosféricas, por lo que es intermitente, es decir, la producción de energía se reduce por la noche y cuando no hay sol. Por ello, es aconsejable instalar una batería para almacenar la energía generada no consumida y poder disponer de ella en estas situaciones, sobre todo en una instalación aislada. Además, España es un país que tiene una media de casi 300 días de sol al año y, por lo tanto, un alto nivel de irradiación que permite un gran rendimiento del autoconsumo.

  • Aunque las placas solares no producen contaminación acústica, el inversor sí. Este emite un zumbido, que puede ser de mayor o menor intensidad en función de la potencia de la instalación.

¿Cómo se regula el autoconsumo?

La Ley 24/2013, de 26 de diciembre, del Sector Eléctrico define, en su artículo 9, el autoconsumo eléctrico y las distintas modalidades permitidas. 

No obstante, aunque en el año 2015 se aprobó el Real Decreto-ley 15/2018, del 5 de octubre, que recoge medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores, las condiciones administrativas, técnicas y económicas de energía eléctrica se modificaron con la aprobación del Real Decreto 244/2019, del 5 de abril.

Esta normativa reduce los trámites administrativos y técnicos, aumenta las modalidades permitidas, regula la compensación de excedentes y el autoconsumo colectivo, posibilita el alquiler de tejados y/o cubiertas para terceros y elimina el límite de potencia y los cargos y peajes, por lo que desaparece el denominado Impuesto del Sol.

Asimismo, las instalaciones aisladas, explicadas más adelante, al no integrarse en el sistema eléctrico, no se rigen por esta normativa. Por otro lado, las instalaciones desconectadas de la red eléctrica mediante interruptores o equivalentes sí que se rigen por el RD, ya que no se las considera instalaciones aisladas.

 

Tipos de instalaciones de autoconsumo solar fotovoltaico

1. Conectada

Consiste en una instalación de autoconsumo conectada a la red eléctrica. Por ello, permite comprar energía cuando las placas solares no están produciendo y almacenar, en una batería, la excedentaria para utilizarla en otros momentos que sea necesaria, como por la noche o en días nublados.

Dentro del autoconsumo conectado a la red podemos diferenciar dos modalidades dependiendo del destino de la energía no consumida:

a) Con excedentes: permite inyectar la energía excedentaria, es decir, la que no hayas consumido, en la red de transporte y distribución, a través del inversor, por medio de lo que denominamos balance neto.

  • Acogida a compensación: la energía vertida, valorada a un precio determinado por el Gobierno (PVPC) o pactada con la comercializadora de libre mercado, se descuenta en la factura de la luz cada mes.

  • No acogida a compensación: al no desear estar acogido al mecanismo de compensación simplificada o no cumples con los requisitos, la energía excedentaria se inyecta al mercado eléctrico, pero no supone un descuento en la factura de la luz.

b) Sin excedentes: dispone de un sistema antivertido o de inyección 0 que impide la inyección de la energía excedentaria en la red de transporte y distribución. 

Dentro de las instalaciones conectadas a la red, existen otros dos tipos:

  • Instalaciones con conexión en red interior: cuando la instalación está conectada a la red interior del consumidor o consumidores asociados, que pueden pertenecer a cualquier modalidad de autoconsumo anteriormente explicada.

  • Instalaciones con conexión a través de red pública: cuando la instalación está conectada a la red de distribución más próxima del consumidor o consumidores asociados. La conexión puede ser en la red de Baja Tensión del mismo centro de transformación o cuando los contadores de generación y los puntos de consumo se encuentran en la misma referencial catastral o conectados en Baja Tensión a una distancia inferior a 500 m, donde podrían existir diferentes transformadores.

 

2. Aislada

Consiste en una instalación de autoconsumo no conectada a la red eléctrica, es decir, no dispones de contrato de suministro con ninguna comercializadora, por lo que solamente se puede consumir la propia energía producida. 

En caso de ser excedentaria, es posible almacenarla en una batería para utilizarla en otros momentos que sea necesaria como, por ejemplo, durante la noche o en días nublados. Por ello, si no se dispone de una batería y las placas solares no produjesen suficiente energía, no se tendría energía eléctrica. 

De hecho, muchas veces las baterías no son suficientes, por lo que se recomienda disponer de un generador para evitar la falta de energía.

Las instalaciones aisladas solamente se recomiendan para aquellas zonas en las que no existe, es muy difícil o requiere un alto coste conectarse a la red.

Además de estas dos grandes clasificaciones, existe la instalación conmutada, que es un sistema que está conectado a la red eléctrica, pero puede funcionar también como aislada. Dispone de un conmutador que, en caso de caerse la red eléctrica, se pone a funcionar como una instalación aislada con baterías.

 

Adicionalmente, las instalaciones de autoconsumo pueden clasificarse según las personas que estén asociadas a la instalación de generación. 

a) Individual: cuando la instalación de autoconsumo genera energía para una sola propiedad. 

b) Colectivo o compartido: cuando la instalación de autoconsumo genera energía para varias propiedades. Es decir, la energía generada se comparte. Es el que se hace en las comunidades energéticas.

Además de estos dos, existe el autoconsumo mixto, que es aquel en el que varias personas comparten una instalación, la cual genera la energía necesaria para cada uno de ellos, convirtiéndose en tipo individual compartido. 

No obstante, en ningún caso una persona podrá estar asociada de forma simultánea a más de una de estas modalidades de autoconsumo, las cuales, a su vez, se pueden clasificar en autoconsumo doméstico o residencial si se realiza en una vivienda unifamiliar, en un chalé o en una comunidad de vecinos o bien, industrial, si se realiza en una empresa, tanto en la cubierta (tejado) como en el suelo.

No obstante, también es posible instalarlas en vehículos como autocaravanas, aviones, bicicletas o barcos o incluso, en dispositivos móviles. No obstante, en este artículo vamos a centrarnos en las opciones más comunes.

En el siguiente esquema se recogen resumidas las diferentes modalidades de autoconsumo, en combinación con las diferentes posibilidades que permite el RD 244/2019.

Autoconsumo - Todo lo que necesitas saber (1)-1

 

El autoconsumo más habitual es el conectado a la red con compensación de excedentes para consumo individual en una vivienda unifamiliar. Asimismo, todos ellos tienen grandes ventajas que es importante conocer.

 

Componentes en una instalación de autoconsumo

Una instalación de autoconsumo fotovoltaico está formada por:

  • Módulo, panel o placa solar fotovoltaica: es la parte fundamental de una instalación y están formadas por un conjunto de células fotovoltaicas conectadas entre sí, encapsuladas y enmarcadas, que se encargan de transformar la radiación o energía solar que incide sobre ellas en electricidad de corriente continua.  

  • Estructura de soporte: estructuras, normalmente de aluminio, que se colocan sobre el tejado de una casa, edificio o empresa para sujetar las placas solares. Permiten la correcta colocación, orientación e inclinación, de manera que se optimice al máximo la radiación solar a la que se exponen. En función del tipo de tejado, necesitarás una estructura u otra para sujetar las placas solares.

  • Cableado: supone una parte fundamental de la instalación. Se encarga de transmitir la energía generada por las placas solares hasta todos los puntos de la instalación.

  • Elementos de seguridad y protección: se incluye el protector de corriente continua que evita que se produzcan sobrecargas y el protector de corriente alterna que protege la instalación frente a sobretensiones.

  • Inversor: aparato conectado a las placas solares que transforma, la corriente continua que producen estas, en corriente alterna que utilizan los electrodomésticos.

  • Medidor de consumo o de energía, energy meter, meter o vatímetro: aparato pequeño que se instala en el cuadro eléctrico y mide, en tiempo real, el consumo de energía de toda la instalación, con el fin de ayudar al inversor a no verter a la red cuando no es necesario y gestionar de forma adecuada los flujos de energía. Es opcional, aunque recomendable.

  • Seguidor solar o solar tracker: componente mecánico y móvil capaz de orientar los paneles solares para que se mantengan perpendiculares a los rayos del sol y, de esta manera, ayudar a mejorar el rendimiento de la instalación. Es totalmente opcional en una instalación de autoconsumo.

Asimismo, hay ciertos componentes que solamente se utilizan en instalaciones concretas:

  • Dispositivo de inyección 0 o antivertido: sistema que reduce la producción solar para generar justo lo consumido en cada instante.

  • Contador: aparato que contabiliza la electricidad que se vierte en la red, en el caso de tratarse de un contador sencillo y también la que se consume de la red, en el caso de ser bidireccional.

  • Batería o acumulador: dispositivo que sirve para almacenar la energía generada no consumida para poder disponer de ella cuando se requiera. Es necesaria en una instalación aislada y opcional en una conectada. 

    Es importante no confundir este dispositivo con la Batería Virtual.
  • Regulador de carga: se utiliza de manera conjunta con una batería, ya que se trata de un dispositivo que controla constantemente el estado de esta con la finalidad de controlarla y protegerla frente a sobrecargas y sobredescargas, es decir, para evitar que entre en situaciones de comportamiento extremo que puedan dañarla y, de esta manera, alargar su vida útil. De la misma manera que la batería, es necesario en una instalación aislada y opcional en una conectada.

  • Generador eléctrico: aparato alimentado de combustible que permite producir electricidad. Es aconsejable en las instalaciones aisladas para cuando, por ejemplo, las baterías no tienen suficiente energía almacenada para abastecer las necesidades existentes o cuando se encadenan muchos días seguidos sin sol.

  • Cargador de batería: dispositivo diseñado para proporcionar energía eléctrica a un acumulador o batería recargable, con el objetivo que mantener su capacidad de guardar y almacenar energía. 

 

Funcionamiento

Autoconsumo - Todo lo que necesitas saber (2)

Cuando la luz del sol, en forma de fotones, incide sobre las células fotovoltaicas de las placas solares, estas liberan electrones, generando una corriente eléctrica, gracias al llamado efecto fotovoltaico. La corriente generada es continua y fluye por las células a través de los conductores hasta llegar al inversor, el cual está conectado al cuadro eléctrico, que la transforma en corriente alterna apta para el consumo. 

Si la instalación es aislada, la energía continua pasa al regulador de carga y, si existen necesidades energéticas, se dirige al inversor. 

Si tus placas solares no producen suficiente energía, puedes utilizar un generador, en caso de una instalación aislada, o comprarla a la red eléctrica, si es una instalación conectada.

En cambio, si produces más energía de la que consumes, puedes almacenarla en una batería para utilizarla en otros momentos que sea necesario. Además, si tu instalación está conectada y es con excedentes, puedes también inyectarla a la red eléctrica. En este caso, si estás acogido a compensación, tu comercializadora te abonará por cada kWh cedido, hasta un tope máximo para que tu factura no sea negativa. No obstante, si no estás acogido a compensación, la energía se inyectará a la red, pero no obtendrás un descuento en tu factura.

Por el contrario, si tu instalación es sin excedentes, se impedirá el vertido de energía a la red eléctrica, debido al dispositivo de inyección 0 o antivertido. 

Tanto la energía generada como la consumida, en el caso de las instalaciones conectadas, la mide un contador inteligente, que registra el consumo de cada hora y se lo pasa al inversor, donde su sistema de monitorización envía estos datos a una aplicación móvil o página web para controlar y visualizar lo que generas y consumes de forma remota y, por lo tanto, disponer de información sobre el rendimiento de la instalación y los hábitos de consumo. 

Gracias a la instalación de autoconsumo fotovoltaico, tu vivienda, edificio o empresa hará uso de la energía producida.

 

¿Cómo llevar a cabo la instalación de autoconsumo? 

Paso 0: Necesidad

El autoconsumo comienza por una necesidad. Ya sea la de ahorrar, la de cuidar el medioambiente o ambas. No obstante, antes de embarcarte en esta decisión, debes estar 100 % seguro y tener en cuenta todo lo que supone esta inversión.

En este punto es donde, si se trata de una instalación compartida o colectiva, debe haber la aprobación de un tercio de los propietarios y registrarlo en acta el acuerdo firmado.

Paso 1: Tipo de instalación

Cuando tengas decidido que vas a tomar el paso, debes determinar donde quieres colocar tu instalación de autoconsumo, qué tipo de instalación deseas y a qué modalidad quieres acogerte, ya que de estas decisiones dependerán los requisitos tanto técnicos como legales.

Si no tienes claro estas decisiones, no te preocupes. En los siguientes pasos los profesionales del sector te ayudarán a tomarlas. 

Paso 2: Buscar profesionales

El siguiente paso es acudir a una empresa instaladora autorizada que cuente con el Certificado de Instalación Eléctrica. 

Si la instalación es con una potencia inferior a 10 kW, la empresa debe estar inscrita en el Registro Integral Industrial conforme el Reglamento Eléctrico de Baja Tensión. En cambio, si es una instalación de potencia superior o igual a 10 kW, debe estar inscrita en la categoría de especialista.
Independientemente, este profesional te orientará, asesorará y ayudará con todos los trámites y llevará a cabo la instalación de autoconsumo. 

Lo ideal es solicitar presupuesto a varias empresas con reputación y experiencia. De hecho, puedes solicitar información a tu comercializadora, ya que muchas ofrecen este servicio.

Para poder comparar precios y servicios antes de tomar una decisión, puedes solicitar presupuesto a cada una de las empresas elegidas. Para ello, tus facturas de la luz de los últimos 12 meses para determinar tus consumos y hábitos, el tipo de conexión (monofásica y trifásica), el CUPS y la ubicación donde deseas instalar las placas, así como una fotografía del área, si dispones de ella.

Paso 3: Memoria o proyecto técnico 

Con toda esta información, cada una de las empresas a las que has solicitado presupuesto te presentará una memoria técnica, en el caso de que tu instalación sea en baja tensión y con potencia inferior a 10 kW, o un proyecto técnico si se trata de una instalación superior a 10 kW, pero inferior a 100 kW, aunque sea en baja tensión. Si es una instalación en alta tensión te facilitarán ambos documentos. 

En estos se muestra un estudio energético totalmente personalizado y un análisis de viabilidad para determinar qué cantidad de energía consumes, cuantas placas solares necesitas para satisfacer esa demanda y si tu ubicación es apta para ello con el fin de estimar el coste de la inversión y el ahorro previsto.

En el estudio energético se estudiará tu consumo habitual para dimensionar correctamente la instalación. Para ello, se mostrará un análisis energético mensual y anual y la curva de consumo, teniendo en cuenta el patrón de consumo de los últimos años, los días laborables y el fin de semana, y la potencia (kWp) y producción anual que se obtendría (kWh) con la instalación, considerando el mínimo excedente posible. Además, se tendrán en cuenta otros aspectos, como todo aquello que deseas satisfacer con energía solar fotovoltaica, como por ejemplo un vehículo eléctrico o un sistema de aerotermia. 

Por otro lado, en el análisis de la viabilidad se tendrá en cuenta la localidad, el entorno y la legislación de este, la fauna y la flora y el contexto medioambiental, las condiciones climatológicas, el número de placas solares y el espacio disponible y, por lo tanto, donde se colocarán (cubierta o suelo), las características y el estado, la orientación e inclinación y las sombras que puedan aparecer. 

Además, si se trata de una instalación conectada a la red, como es en la mayoría de los casos, se tendrá que asegurar que el sistema de interconexión cumpla con los códigos eléctricos y de construcción locales. Y, si se trata de autoconsumo colectivo o compartido, el cálculo deberá realizarse con las curvas de consumo de todas las viviendas implicadas y teniendo en cuenta las necesidades energéticas de cada una. Asimismo, se deberá tener en cuenta el espacio disponible en la azotea.

Con toda esta información, te mostrarán el diseño óptimo de la instalación y su coste estimado, así como el periodo de amortización.

Estos documentos, al acabar la instalación, se registrarán en la Consejería de Industria o Energía.

Paso 4: Visita técnica y documentación

Una vez recibidos todos los presupuestos, debes decidir con qué empresa llevar a cabo la instalación. Cuando lo tengas decidido, esta realizará una visita técnica para comprobar que lo indicado en la memoria o proyecto técnico es correcto y, además, revisará los siguientes aspectos:

  • El estado del sistema eléctrico.
  • El estado del lugar donde se colocará la instalación.
  • El tipo de sujeciones que necesitarán los paneles.
  • Dónde irá colocado el inversor.
  • Qué otros componentes se necesitarán.
  • Por dónde circulará el cableado.
  • Las modificaciones estéticas que solicites.

En este momento, también puedes aprovechar para preguntar todas las dudas que tengas.

De todos modos, con esta información, la empresa te facilitará el coste definitivo y firmaréis el contrato. 

Asimismo, te pedirá tu NIF o CIF y una autorización de representación para poder realizar trámites en tu nombre para poder empezar la instalación. Todo este proceso suele tardar entre 2 y 3 semanas y, desde que se acepta al presupuesto hasta que se comienza la instalación, 1 semana.

A partir de aquí, la empresa se pondrá a trabajar para iniciar los trámites de autorización de la instalación.

Paso 5: Solicitar permisos

Con la aprobación del RD 244/2019, se reguló la tramitación administrativa para legalizar las instalaciones de autoconsumo. 

Este procedimiento suele ser llevado a cabo por empresas instaladoras. No obstante, como consumidor es importante que conozcas cuáles son los pasos para que de esta forma la instalación fotovoltaica sea totalmente legal y evitar posibles sanciones administrativas. 

A continuación, se resumen los trámites más significativos que deben realizarse en las instalaciones de autoconsumo ante las administraciones y compañías distribuidoras y/o comercializadoras.

No obstante, ten en cuenta que estos varían en función del tipo de instalación y de la potencia contratada.

Autoconsumo - Todo lo que necesitas saber (3)-1

Paso 6: Recepción de los materiales y ejecución de la instalación

Una vez realizados todos los tramites, que normalmente implican entre 3 y 6 meses, solamente quedará recibir los materiales en la ubicación correspondiente y que la empresa instaladora inicie el proceso de montaje según lo planeado. 

El reglamento establece distintos criterios dependiendo de si la instalación es en alta o en baja tensión. Las instalaciones en hogares particulares, que son las más comunes, son en baja tensión, por lo que deben ejecutarse según el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión y cumplir con todos los criterios.

En cuanto a la instalación, primeramente, se monta la estructura de soporte, se colocan los vierteaguas inferiores y laterales, se coloca la membrana aislante o el sistema de impermeabilización, se colocan las fijaciones y los rieles y, por último, se colocan y se fijan las placas solares. Tras esto, se realiza la interconexión de las placas al inversor, el cual estará situado en el punto más cercano al centro de carga del edificio o vivienda.

Finalmente, si se trata de una instalación conectada, se conecta el inversor al cuadro eléctrico mediante cableado interior y se instala el medidor de consumo y, si es aislada, se instala la batería.

Hecho esto, se actualiza el firmware y se configura el inversor para la puesta en marcha.

Por último, se colocan los sistemas de seguridad, protección y aislado.

Ten en cuenta que, los únicos pasos donde normalmente se requerirá una decisión por tu parte, son el sitio donde colocar el inversor y donde pasar los cables hacia este. Del resto se encargará la empresa instaladora.

Al finalizar la instalación, el técnico te explicará cómo funciona el sistema y te instalará la aplicación correspondiente para que tú mismo puedas ver cuánta energía estás produciendo y consumiendo en tiempo real y adaptar el consumo a tus necesidades. No obstante, si no dispones de instalación, esto también puede verlo a través del inversor.

Si las condiciones climatológicas lo permiten, en 1 y 2 días, en el caso de una instalación residencial o hasta 10 días, si es una de tamaño medio, ya tendrás tu instalación de autoconsumo y podrás empezar a generar tu propia energía.

Paso 7: Registrar y legalizar la instalación

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Solicitar permisos, registrar y legalizar una instalación solar fotovoltaica suele durar entre 2 y 3 meses, aunque, según la región, puede alargarse hasta los 5 o 6 meses. 

Este proceso puede ser largo y llegar a resultar confuso para alguien sin experiencia en el sector. Por ese motivo, en Oxperta Energía realizamos proyectos llave en mano, lo que significa que nos encargamos del diseño, el material, la instalación y la legalización, para que no tengas que preocuparte de nada. 

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