Históricamente, el sistema de producción y distribución de energía en España estaba configurado de manera que las compañías distribuidoras eran las encargadas de distribuir y comercializar la energía a los consumidores. Durante este periodo, el mercado eléctrico quedaba reservado para unos pocos agentes, ya que no se permitía que nuevas empresas accedieran a él.
A partir de 1997, comenzó un proceso de liberación del sector eléctrico avalado por las autoridades europeas, que tenía como objetivo conseguir una competencia real en el mercado. No fue hasta 12 años más tarde, cuando el 1 de julio de 2009, se hizo efectiva en España la liberalización del mercado eléctrico que estableció que la distribución de la electricidad puede realizarla una empresa diferente de la que se encarga de vender la energía a los clientes finales.
A partir de entonces, los clientes pueden elegir libremente la comercializadora que les vende la energía para sus hogares o empresas.
Las compañías comercializadoras de energía son las empresas que adquieren luz y/o gas a los generadores y la venden al consumidor final. Son las encargadas de facturar la energía que disfrutas en tu hogar o negocio y, desde la liberación del mercado eléctrico, estas compañías pueden ofertan diferentes tarifas y promociones a los consumidores para que estos sean libres de elegir cuál es la que más le conviene.
Estas empresas pagan un peaje a la empresa distribuidora por usar su red eléctrica y tienen el objetivo de ser más competitivas y ofrecer alternativas de ahorro a los consumidores.
Las empresas comercializadoras son las responsables de todo el proceso de compra y venta de luz y gas al cliente final. Estas se encargan de adquirir la energía necesaria para el abastecimiento de sus clientes en el mercado eléctrico y de ofrecerles las mejores tarifas de consumo.
Tienen un trato directo y constante con sus clientes, llevan a cabo la facturación y se encargan de asesorarles ante cualquier consulta y ayudarles a resolver todas las incidencias, ante la distribuidora.
Por lo tanto, una comercializadora es la cara visible del sistema eléctrico español y desarrolla el papel de intermediaria entre una compañía distribuidora y el consumidor final.
Actualmente, en España hay más de 250 empresas comercializadoras de luz y gas, las cuales se dividen en dos tipos de compañías:
Oxperta Energía es una comercializadora de mercado libre que ofrece a los clientes una alternativa energética basada en el ahorro, autoconsumo y en el respeto por el medioambiente.